martes, 17 de enero de 2017

¿Algún día, el Racing tendrá un Monchi para realizar fichajes?

El caso de los fichajes que no llegan en el Racing, hace que reflexione sobre la forma de fichar y las personas destinadas para ello. Asistimos en los últimos días al ensalzamiento de una persona en el mundo del fútbol, que viene desarrollando a lo largo de la última década un trabajo espectacular en la secretaría técnica de un equipo de fútbol. Me refiero al caso Monchi, un caso tan extraordinario que está siendo estudiado a fondo en algunas de las más prestigiosas universidades y escuelas de negocios.


Y no es de extrañar. El equipo de técnico que ha conformado el ex portero sevillista es fantástico. No se conocen a los miembros de esa entramada red de scoutings que trabajan para él. Es la cabeza visible de un equipo de trabajo que sólo aporta rentabilidad a su equipo y, por consiguiente, al mundo del fútbol. Trabajan viendo de primera mano a jugadores y técnicos. Se desplazan a los lugares donde más les interesa. No se ven con representantes ni agentes hasta la fase final de las negociaciones o cuando deciden la incorporación del jugador. Trabajan en el más absoluto silencio y sigilo. Pero su efectividad es muy alta. Jugadores como Batipsta, Dani Alves, Kanouté, Luis Fabiano, Gameiro, Krychowiak o más recientemente Ben Yedder o Jovetic. Jugadores todos ellos de un escalón inferior al de las grandes estrellas, clasificados por escalones y niveles económicos al que el Sevilla puede optar. Con sólo nombrarles, muchos técnicos o aficionados se echarían a reír. Pero demuestran ser jugadores efectivos y rentables, válidos para componer un equipo que año tras año pierde a cuatro o cinco futbolistas importantes. Pero el trabajo bien hecho y coordinado hace que esas bajas no se noten y que el equipo, lejos de debilitarse, se fortalece temporada tras temporada.

El caso del Racing

Toda esta reflexión no es nueva, pero me sirve para extrapolarlo al caso de nuestro Racing. El club cántabro, apostó al principio de temporada por tener una plantilla corta, con jugadores experimentados y capacitados para llevar al equipo a la división de plata. Se decidió fichar a jugadores conocidos por el técnico, y que han demostrado su valía. También se optó por completar esa corta plantilla con los buenos canteranos salidos de La Albericia. Hasta ese momento, todos lo vimos como una situación muy apropiada para conseguir reducir salarios, gastos y completar una plantilla de segunda división B.

Las comparaciones con Monchi son odiosas, y más concretamente en el Racing. El equipo cántabro no dispone de ojeadores que puedan aportar datos sobre posibles fichajes. Todo se deja en manos de representantes y agentes que sólo aportan nombres y posiciones, sin apenas posibilidad de contrastar los datos que se ofrecen. Tan sólo el conocimiento del mercado de Ángel Viadero ha permitido contratar a futbolistas interesantes.


Lo cierto es que el Racing está atravesando una crisis de juego cada semana más importante. El equipo está notando en exceso las bajas de hombres claves como Granero o Óscar Díaz. Sus puestos no han sido cubiertos y la temporada avanza. Los fichajes no llegan. Está claro que si el club funcionara de una manera profesional en este aspecto, tendría controlados, vistos y ojeados una serie de futbolistas que podrían suplir las bajas y dar al equipo un empaque de equipo que opta al ascenso. Soy consciente de que el equipo está lejos del fútbol profesional y que su estructura no cubre determinados puestos técnicos. Pero el caso del Sevilla ha demostrado al mundo futbolístico, que trabajando bien y alejado de los intereses y comisiones económicas, se pueden construir equipos competitivos.

Es sólo una reflexión. Quizás para ser grandes, hay que invertir una parte pequeña del presupuesto en tener controlado el mundo del fútbol y no apostar a la suerte de la cartera de futbolistas de determinados agentes, muchas veces amigos a los que se pretende devolver favores. Sería un síntoma de equipo independiente y con aires de grandeza. Es mi opinión.

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