miércoles, 18 de enero de 2017

La justicia + Racing = Injusticia

La actualidad racinguista pasa, ineludiblemente, por dos noticias surgidas en las últimas horas. Por una parte, el fichaje de Jagoba Beovide, centrocampista de garantías, avalado por el entrenador Ángel Viadero, y que viene a suplir la baja del capitán y hombre fuerte del vestuario Borja Granero. Por otro lado, el cierre del denominado "Caso Racing" con el que la Audiencia Provincial de Cantabria da carpetazo al asunto, absuelve a todos los implicados y concluye que todo está perfecto y que no hubo delitos de ningún tipo.

Famosa foto en la que se oficializa la venta del Racing a Ali Syed en Zurich

Es curioso como en Cantabria, a nivel judicial, nunca pasa nada. Si tiramos de estadística o de hemeroteca, podemos comprobar como a lo largo del último lustro, en todas las comunidades de España han aparecido casos de corrupción, con nombres propios juzgados y condenados. Pero Cantabria es la excepción. Aquí nadie es corrupto, nadie roba y nadie hace nada ilegal. Y aunque todos lo veamos y nos demos cuenta de las ilegalidades que se producen a nuestro alrededor, siempre habrá un juez para decir lo contrario. Igual que el árbitro que no pita un penalti cuando todo el estadio, al unísono, ve cómo un jugador golpea el balón con la mano. Sin duda, el poder judicial dice ser independiente, pero se comporta al servicio de la clase política que los nombra.

Quizás, el hecho de ser una comunidad pequeñita pueda hacer que el ámbito judicial no se quiera meter en problemas. La clase política, anclada en el pasado, con personajes que llevan más de 20 años en política, quizás tiene mucho que ver. Da igual el partido que gobierne. Todos tiran para su casa cuando llegan al poder, otorgando a empresas afines a la causa cantidades indecentes de dinero que, en la mayor parte de los casos, nunca llegan a ser justificadas.

Revilla junto al "rico y, sobretodo, sabio" 
Ali Syed en el palco de El Sardinero

El llamado "Caso Racing" es un claro ejemplo. Todos hemos vivido de primera mano el saqueo y maltrato al que se ha ido sometiendo a nuestro equipo en los últimos 15 años. Todos hemos comprobado cómo ha habido personajes, de infausto recuerdo, que han robado todo lo que han podido a base de fichajes extraños, equipos filiales fantasma en Brasil e infinidad de casos más. Hemos visto con nuestros propios ojos cómo miembros del Gobierno se daban abrazos con indios salvadores, millonarios y sabios, a los que les pusieron una alfombra roja en Cantabria para que actuaran a su antojo y que desaparecieron de la misma forma con la que llegaron.

Un día después del auto del "Caso Racing", somos muchos los racinguistas que nos sentimos estafados, engañados y ninguneados. Parece que nuestro equipo sólo sirve para dar cobijo a un gran número de indecentes e indocumentados que sólo pretenden hacer negocio propio, olvidándose de todo lo que rodea a nuestro Racing. Los aficionados, muchos accionistas y abonados desde muchos años atrás, nos sentimos indefensos. Nadie hace nada por cambiar la situación. El poder corrompe, hace y deshace y se olvida del ciudadano y aficionado. ¿Nos tendremos que resignar? ¿Alguien dará un golpe sobre la mesa algún día? ¿Nos rebelaremos ante las injusticias? Son tres buenas preguntas para la reflexión.

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