A lo largo de estos cinco meses de competición, la gran
mayoría de los aficionados hemos podido comprobar cómo se han ido sucediendo
una serie de errores que me han llevado a crear lo que he denominado como el “Decálogo
de errores racinguistas”.
1.- La continuidad de Ángel Viadero como entrenador del Racing tras fracasar la pasada temporada en el intento de conseguir el ascenso. Es un hecho que el propio entrenador reflejó en la rueda de prensa de despedida como técnico del Racing cuando pidió perdón por no conseguir ese ascenso. Desde mi punto de vista, ese acción le dañó y perjudicó ostensiblemente ya que enseño muchas carencias en la gestión de los partidos importantes que le dejaron muy tocado, y no solo contra el Barcelona B, sino contra la Cultural Leonesa en León, Celta B, Guijuelo o Villanovense.
2. La incorporación de Pachín. Una de las cosas
buenas que dejó el fichaje de Ángel Viadero fue su capacidad para incorporar
jugadores, en su mayoría desconocidos, pero muy rentables y efectivos para el
juego que proponía el técnico santanderino. Su conocimiento de la categoría y
de sus jugadores elevó el nivel de la plantilla en el mercado invernal, con la
llegada de Prats, Jara, Beovide o Carlos Álvarez. Sin embargo, esta temporada
se ficha a Pachín como Director Deportivo, por lo que la parcela de fichajes
dejaba de ser un área de Viadero. Pachín de mostró en poco tiempo que sus mérito para estar en el Racing era ser amigo del presidente.
3.- Relacionado con el punto anterior, los fichajes
realizados al comienzo de la temporada no han dado el resultado esperado. Viadero dejó de tomar decisiones y se fue encontrando con
jugadores que no había pedido o que le fueron impuestos. Me cuesta entender que algunos nombres fueran peticiones expresas del técnico. En este caso,
veo más la mano de Pachín.
4.- La intromisión de la directiva en asuntos
técnicos. Desde varios medios de comunicación afines al club, se dio a entender
que este año el equipo debía de jugar al toque, sacando el balón desde
atrás y que el nivel del juego sería muy diferente al del año pasado. Todo esta
situación provocó que la afición perdiera un poco la fe en Viadero, al que se
le veía bajo el mandato de la directiva, haciendo algo en lo que no creía y
para lo que no tenía los jugadores más apropiados.
5.- Poco apoyo a la cantera. Al principio de la
temporada se dio a entender que la cantera era básica en este proyecto. La
realidad es que los jugadores canteranos solo han disputado minutos mientras
las lesiones y las bajas lo han permitido. Tan solo Sergio Ruiz y Óscar
Fernández han tenido continuidad a lo largo de la temporada y grandes
promesas como Pau Miguélez o Javi Cobo han ido desapareciendo del equipo a
medida que los veteranos han encontrado su forma. En este sentido, me da mucha
pena ver como equipos como el Athletic B o la Real Sociedad B mantienen un
filial competitivo con muchos jugadores de un nivel inferior a los canteranos del
Racing. Está claro que en esta categoría, muchos jugadores jóvenes podrían
tener su oportunidad y no desentonar.
6.- No saber a lo que jugar. Desde los primeros
partidos de la temporada, el equipo se ha mostrado timorato y débil en defensa.
Todo lo que Viadero construyó el pasado año se ha perdido en pocos partidos. Es
cierto que hay un cambio de grupo y de rivales que pueden condicionar la forma
de jugar, pero el Racing se ha mostrado superior a pocos equipos, dejando mucho que desear en su juego.
7.- Cuando un equipo no funciona y los objetivos no
se van consiguiendo, la afición se pone nerviosa y lo paga con los jugadores.
No es de recibo que alguno de ellos se encare con la afición o la recrimine
ciertas actitudes por criticar aspectos del juego. En este caso, la directiva
no ha estado bien permitiendo a esos jugadores campar a sus anchas a pesar de
que alguno de ellos terminen pidiendo perdón o reconciliándose con la grada. Estos
hechos son propios de equipos pobres y con problemas.
8.- La descompensación de la plantilla. Tras
cerrarse el mercado de invierno, no es de recibo que un equipo como el Racing
tenga cinco delanteros y tan solo tres defensas centrales. Eso es un fallo muy
grave en la confección de la plantilla y la comisión deportiva, de la que forma
parte el presidente y el director deportivo deben dar explicaciones por ello.
Es muy fácil fichar por fichar sin atender a las necesidades reales del equipo.
Desde el inicio de la temporada se sabía que los problemas del equipo estaban
en el centro de la defensa y es donde no ha habido ningún fichaje.
9.- El despido de Córcoles. Sabemos que el fútbol se
convierte en un negocio en el que priman lo resultados y en el que la frialdad
con los sentimientos de los jugadores o afición apenas son mirados por los
directivos. El despido de un buen profesional como David Córcoles, que habrá
estado mejor o peor en determinados momentos, poco después de ser titular y para traer a un jugador en su mismo puesto, da muestras de la
incapacidad de la directiva para atraer a jugadores de nivel. El lateral
derecho es un puesto que puede ser cubierto perfectamente por un canterano, no
es determinante para un equipo.
10.- Conversar con Carlos Pouso un mes y medio antes
de cesar a tu entrenador. Está claro que Viadero estaba sentenciado pero los
resultados favorables que el equipo iba sacando eran el escudo perfecto para la
directiva. Curiosamente, el primer día que el público arremete contra la propia
directiva es cuando se produce el cambio de entrenador. Si no están contentos con Viadero, lo normal era cesarlo con antelación y ganar tiempo de cara al final de la temporada.
A mi entender, esta sucesión de
fallos han llevado al Racing a la situación donde está, con un tercer puesto en
la clasificación y con pocas esperanzas de alcanzar el liderato. Aunque hay que
ser conscientes de que el campeonato se juega en la promoción de ascenso y es
donde el equipo debe llegar hecho, compactado y preparado para intentar lograr
el salto de categoría.